lunes, 12 de abril de 2010

Una fotografía que habla



Daniel Vejarano Bolívar, profesor de fotografía. Actualmente profesor de fotografía básica I y II y fotografía publicitaria I y II de la Escuela de Administración y Mercadotecnia del Quindío.
Como director y fundador de la escuela contacto ha contribuido a la formación de excelentes fotógrafos Quindianos como Diego mora, Andrés Felipe Valencia, Olga Lucía Cortés, Maria Eugenia Ramírez, Andrés Felipe Mosquera, Juan José Pachón entre otros. Ahora nos habla de su experiencia y encuentro personal con la fotografía.
¿Cómo empezó la pasión por la fotografía?
Todo sucedió por accidente. Teníamos 10 años, vivíamos en Popayán y por ir a misa mi papá de premio nos llevaba a cine matiné. El mundo mágico de la oscuridad y esos seres que aparecían en pantalla, me llevaron de alguna manera a tener una pasión muy grande por el cine, de ahí mi obsesión por estudiar cinematografía. Cuando empecé a tratar de estudiar, me di cuenta de lo difícil que era trabajar en equipo, un malestar muy colombiano. Hice unos trabajos en cine y otros en video pero finalmente me aburrí de jugar a esos trabajos en equipo y decidí tomar el camino un poco más personal e intimo como la fotografía.
¿Cómo fue que decidió que lo aprendido lo iba a enseñar a otros?
Yo empecé como reportero grafico en la crónica. Sentía que era muy pesado el trabajo, no tanto por el oficio como tal sino por las horas destinadas a la reporteria. Tenía problemas en mi casa, no tenía tiempo para mí, ni para mi familia. La Escuela de Administración y Mercadotécnia del Quindío necesitaban profesor de fotografía, llevé mi hoja de vida y empecé a trabajar. Fue muy duro porque yo he sido un poco reservado y enfrentarme a más de una persona era bien complicado. El primer día fue aterrador pero ahora ya llevo diez años en este cuento.
¿Cómo empieza el sueño de la Escuela Contacto?
Empieza por insistencia de unos amigos que querían clases personalizadas y ahora están ejerciendo el oficio muy bien. Decidimos montar un lugar donde se pudiera compartir y tener encuentro. Este espacio se inició en el 2005, detrás de la Universidad Gran Colombia y poco a poco todo se fue creciendo. Sentía un gran compromiso alrededor de la cultura fotográfica porque me aterraba y me aterra que la apreciación de la imagen en el Quindío es bastante pobre. A veces he querido renunciar pero siento la responsabilidad de dar mis conocimientos a la gente para que tengan un gusto y aprecien mejor la fotografía.
¿Qué significa la Escuela Contacto para usted?
Es mi proyecto de vida. Lo que me hace palpitar, me hace vivir y lo que me mantiene “joven”. Descubrir cada día el asombro de los estudiantes cuando cogen una cámara fotográfica y el asombro mío cuando veo sus imágenes plasmadas y su manera de expresarse.
¿Cuál es su fotografía favorita?
La gente. Es mi línea personal. Amo la gente, me gustan sus gestos, amo la belleza de los seres; no los cánones de belleza que tiene a veces la sociedad y que tanto daño y perjuicio hacen. El retrato es mi pasión, sea blanco y negro o a color, eso depende de lo que quiero comunicar.
¿Cuál sería una composición ideal?
Todo está encerrado en la fotografía. Es la composición y la técnica un conjunto en unión con la acción del personaje al cual estoy fotografiando. Y en base a estos tres elementos es que se logra manifestar una buena fotografía.
¿Qué nos puede decir de la fotografía?
Siento que desde que apareció el mundo no volvió a ser igual. Es casi inevitable pensar que la fotografía es la memoria de la humanidad, el registro de todos sus acontecimientos y los hechos más importantes y relevantes están en fotografía. A veces ha servido para generar reacciones y cambios de acciones políticos y sociales en el mundo. La labor de la fotografía más allá de ser un documento es una labor altamente social, que genera la posibilidad como medio de expresión y como arte, contarnos cuál es nuestra apreciación del mundo.
¿Una fotografía que nunca tomó?
Fue en Tumáco-Nariño. Esta población tiene zonas muy pobres son casas suspendidas en pilotes de madera en el mar. Era ocho de diciembre de 2006, día de primeras comuniones. Y dentro de esa pobreza tenaz venia una niña preciosa de unos 10 años caminando impecablemente blanca, como un ángel ante tanta basura. Tenía mi cámara fotográfica pero quede en un trance y jamás tomé la foto.
¿Película Favorita?
Son muchas, pero de la última década me gusta París Texas de Wim Wenders. Retrato maravilloso de una década conflictiva y solitaria que habla de la sociedad europea. Es una de las películas más increíbles. Y todo lo de Chaplin, Chaplin es Chaplin.
Un día normal.
Me levanto muy temprano seis de la mañana, reviso los correos, única hora posible de hacerlo, doy clase en la EAM en la mañana, luego en Contacto sigo trabajando y en las noches igual. Esa es mi actividad normal. Vivir la fotografía las 24 horas, no encuentro otra ocupación
Tres palabras que describan a Daniel Vejarano.
Pasión, amigo sincero, soñador.
¿Con qué sueña?
Lo más maravilloso del ser humano es soñar y últimamente sueño mucho porque cada vez que lo hago las cosas se realizan. Soñé el Festival de fotografía y se hizo. Ahora estoy soñando la sede internacional de fotografía en Boquía. Me la imagino inmensa, rodeada de naturaleza, con un gran estudio fotográfico, un salón para cocina grande, auditorio, habitaciones y que allí todos los fotógrafos del mundo pueda llegar a desestresarse, a seguir haciendo fotografía en otro ambiente. Un sueño de un millón de dólares tal vez soñar es lo necesario para cumplir los propósitos.
¿Cuál es su pasatiempo favorito?
Viajar, es increíble porque cuando uno va a sitios que no conoce o que vuelve a reconocer, siempre es un asombro, descubrir su cultura, gastronomía, clima, la gente, modismos. Para mi viajar es estar atento al asombro, el asombro es lo único que nos mantiene vivos y creativos, cuando el asombro se acaba se envejece.
¿Color favorito?
Todos. Cada color de acuerdo a como se nos presente en la imagen fotográfica, tiene una influencia en la toma final. Los colores son particularmente habladores, cuentan.
¿Qué le da miedo?
La política. Porque es por nuestra ignorancia que tenemos lo que nos merecemos. Si la política fuera más honesta y comprometida y todos entendiéramos que toda actividad humana es un acto político, podríamos ser mejor sociedad y no tenerle tanto miedo. Puesto que es altamente perversa.
¿En cuántos concursos ha estado?
No participo en concursos, porque siempre me parece que es una posición muy subjetiva de un jurado, una apreciación que no me gusta y me alejo siempre de ellos. Una vez lo hice y no quedar clasificado queda un dolor en el pecho. Me gusta indagar mi obra personal independientemente que le guste o no a la gente, es con lo que me comprometo para decirle de mi trabajo a la gente.
¿Ha sido jurado?
Si, con la cámara de comercio. Trato de poner una la mirada desnuda, que interprete muy bien a los fotógrafos que participan, aunque siempre habrá un malestar.
¿Cómo describe la vida?
Es el instante cercano a la muerte. Uno nace para morir y entender eso significa prepararnos para la muerte. Por lo tanto uno tiene que jugársela diariamente, total y por completo, sin pensar que más adelante hará sus sueños o proyectos. Hay que hacerlo ya, la vida se va.
¿Qué es la muerte?
Es el acto del olvido. Puedo morir físicamente pero si mi familia y amigos me recuerdan, aun sigo vivo. En el momento cuando ya ni mi recuerdo exista y que el olvido aparezca, ahí muero.
Algo para no decir nunca.
Nunca diría que la vida es una mierda. Por más conflicto, desamores, desesperanza, siempre la vida vale la pena y es importante vivirla.
Lo que le inquieta en la fotografía.
Me inquieta la posición que tiene la gente frente a ella, como oficio técnico y que cualquiera lo puede ejercer. Pienso que cada persona que se acerca a la fotografía no sólo debe aprender a manejar una máquina o un instrumento, debe tener una reflexión sobre el mundo. Y para tener esa capacidad es necesario el estudiar filosofía, sociología, historia, escuchar al otro. Todo eso alimenta su posición como fotógrafo.

Nunca es tarde para aprender

Ilsa María Beltrán Cifuentes psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia. Ha trabajado con educación a distancia. Fue psicóloga del CASD cinco años donde trabajaba en el área de educación para adultos. Tiene diplomado en Investigación cuantitativa, investigación cualitativa, nuevo modelo de gestión universitaria, medios audiovisuales para la educación, nuevas tecnologías de la información para la educación a distancia. Actualmente es profesora de psicología y sociales en el colegio INEM, con ejercicio profesional en consultorio. Ella responde a nuestras preguntas sobre la educación como herramienta para la construcción de conocimientos.
¿Qué es andragogía?
Educación para adultos, es una ciencia que tiene que ver con la antropología.
¿Por qué se dice que la andragogía es una ciencia?
Es ciencia porque tiene su parte epistemológica, al igual que la pedagogía.
¿Por qué se dice que la andragogía es un arte?
Es arte porque para enseñar tanto a niños como a adultos se necesitan ciertas habilidades.
¿En qué se basa la andragogía?
Se basa en utilizar los preconceptos que tienen las personas adultas para poder trabajar lo que se quiere enseñar. Esta muy ligada al constructivismo porque de conocimientos previos se construye un nuevo conocimiento.
Hay muchos dichos respecto al tema como: A burro viejo no le cambies el camino. ¿Puede una persona adulta realmente aprender?
Si. Igual hay muchos dichos como loro viejo no aprende a hablar, pero este y muchos otros son paradigmas que hay que romper. Como dice Gabriel García Marquez, el hombre aprende desde el primer día hasta la tumba.
¿Cuando hablamos del aprendizaje en adultos se habla de que edad?
Personas que no están en su edad escolar corriente, que tuvieron que interrumpir su educación por varios años, generalmente por desempeñar responsabilidades y por nuevas oportunidades han querido volver a estudiar. No importa la edad, todo el mundo tiene la capacidad de aprender.
¿Hablamos de Bachilleres o universitarios?
Son los dos tipos de personas. Hasta un tercero. Socialmente pensamos que una persona de edad puede aprender oficios como culinaria pero no estudiar en colegio o universidad; y no es así, lo que se necesita es disciplina e interés por lo que se hace.
¿Qué es un andragogo?
Es un facilitador, un profesional en pedagogía. Que tiene la calidad humana para dedicarse a trabajar con adultos. Por más títulos que tenga el facilitador debe entender y privilegiar las experiencias previas de la persona que está realizando el proceso de aprendizaje. No es por imposición, obligación, ni fuerza; es entender la diferencia y respetar los preconceptos que tiene el adulto para enseñarle. Demostrar y motivar las razones del por qué aprender algo diferente o aprender a hacer una cosa de otra manera.
¿Quién puede ser andragogo?
Una persona que guste de la enseñanza. Que sea capaz de romper paradigmas. Que no sea cuadriculado en sus parámetros. Una persona que tenga una pedagogía para trasmitir el conocimiento, puesto que a los adultos no se les lleva igual que a los niños.
¿Para ser androgogo se tiene que conocer al adulto?
Si y es tener una relación afectiva. Es muchísimo más productivo el proceso de enseñanza. Conocer tanto el facilitador al estudiante como el estudiante al facilitador. Aprende el uno del otro.
¿Cuáles son las claves para que un adulto aprenda?
Es la motivación que el adulto tenga para ir a estudiar. Un niño, adolescente o joven es obligada, pero el adulto no es obligado, solamente que quiera aprender y cuando ellas quieren aprender son muchísimo más efectivas que los jóvenes.
¿Querer es poder?
Si, querer es poder. Las personas que realmente quieren aprender, no les interesa hacer muchos intentos para desarrollar un ejercicio o para poder entender algo, no lo hacen sólo para pasar una previa, sino para aprender. Una ventaja grande que tienen es que son críticos, porque tienen experiencia de vida con que confrontar y no se dejan meter mentiras.
¿Qué es lo que ha hecho que esta ciencia tome fuerza?
Son los programas educativos de las diferentes naciones, cada vez hablamos de cobertura donde incluimos todos los rangos de edad. Desde la básica primaria, básica secundaria, media y estudios superiores tenemos muchas personas adultas y nos damos cuenta que la persona adulta está en capacidad de realizar estudios académicos igual que lo puede estar una persona de menos edad.
¿Cuál es el proceso de aprendizaje que se debe usar para los adultos?
Exponer el nombre del tema y el tema, hacer preguntas de la cotidianidad donde se muestra que ellos tienen conocimientos, luego dar literatura y que ellos tengan acceso a la literatura, entrar a socializar, resolver dudas y finalmente aclarar y concretar el tema.
¿Es hacerlos parte del proceso de aprendizaje?
Si, cuando uno empieza por demostrarles que ellos saben al respecto, eso les da seguridad, confianza y así se afianza la relación facilitador-estudiante. Es mostrarles que ellos saben, que ellos viven. El facilitador va es a ordenar esos conocimientos.
¿El no aprender es un problema psicológico?
Hay varias razones por las que no se puede aprender. Una de ellas, es un problema biológico, como un retraso o una patología, o que el coeficiente intelectual no esté en un nivel normal. Pero generalmente las barreras de aprendizaje son mentales, por malas experiencias, por programación neurolingüísticas donde le han dicho a la persona “usted no es capaz, es bruto”, la persona se lo cree y vive de acuerdo a eso.
¿Qué hay para decir del coeficiente intelectual?
Este se puede medir, hay Inteligencias múltiples y la forma de conocerlo es a través de estudios bastante largos y valiosos. Personas que no tengan el coeficiente normal, pueden desarrollar otro tipo de inteligencias para sacar adelante un arte u oficio.
¿Cómo se mide la inteligencia?
Hay diferentes test y estas a su vez tienen subpruebas. Una parte verbal y otra mecánica, desde retención de dígitos, vocabulario, organización de historietas, organización de figuras, cultura general. Es prueba costosa y extensa, solo puede ser aplicada por psicólogos.
¿Actualmente hay un enfrentamiento entre la pedagogía y la andragogía?
No. Muchos pedagogos no conocen el término de la andragogía. Ésta hace parte de la pedagogía pero es especializada en adultos.
¿Se aplica la andragogía en todas las áreas?
Se ha hablado más de andragogía para disciplinas formales, pero también se usa para cualquier arte u oficio.


“El ser humano nunca deja de aprender. Y todos estamos en un proceso continuo tanto de aprender como de enseñar”