sábado, 23 de octubre de 2010

FIESTAS SIN FIN

FIESTAS SIN FIN

Fiestas de San Pacho (San Francisco de Asís) en Quibdó



Por: CATALINA OSPINA LÓPEZ





Chocó, hermoso chocó. Con su atardecer chocoano hace suspirar y sus fiestas de San pacho hacen gritar. Éstas se realizan todos los años del 20 de septiembre al 4 de octubre en medio de la selva chocoana. Quibdó es el epicentro de este gran evento cultural, organizado en homenaje a San Francisco de Asís.




En 1648 un grupo de misioneros franciscanos llegaron al chocó, con el propósito de cristianizar a los indígenas de la región y buscar las rutas del oro. La primera celebración fue una procesión de canoas por el río Atrato, de ahí en adelante se formaron las tradicionales fiestas de San Pacho, donde en cada temporada de festejo, Quibdó se convierte en escenario, y los chocoanos adornan las calles con banderas, desfiles y comparsas; recorriendo todos los barrios con la imagen de San Francisco de Asís, encabezando el jolgorio.





Actualmente la celebración se ha convertido en un carnaval completo. Para dar comienzo a la fiesta, el 20 de septiembre se hace El Arco, famoso desfile de banderas, donde se inaugura la festividad, con las banderas al viento, se lee la historia del poblamiento de Quibdó. Durante los once días siguientes, once barrios (Tomás Pérez, Kennedy, Margarita, Esmeralda, Cristo rey, Silencio, Cesar conto, Roma, Pan de yuca, Yesquita Federal, Yesca grande y Alameda Reyes) concursan con sus disfraces (comparsas), en el día de celebración que les corresponde. Con el disfraz, el barrio busca recordar el conjunto de intereses, la realidad de un estado que margina al pueblo chocoano de sus derechos a la: Educación, salud, empleo, desarrollo, paz, convivencia. con el disfraz también se protesta la corrupción, la falta de gestión y de compromiso con el manejo local. Los hechos más sobresalientes del mundo entero tienen presencia en el disfraz Quibdoseño. Participan de este instituciones públicas y privadas, sectores educativos, colonias de otros departamentos y diferentes municipios del Chocó, grupos artísticos musicales y culturales, carrozas, comunidades indígenas, fuerzas militares y otros.




El desfile también es llamado “el Bunde”, puesto que es la misma gente amontonada que baila, canta y brinca al son de la popular chirimía chocoana compuesta por clarinete, platillos, tambor alegre o redoblante (requinta), tambora, bombardino y saxofón. Ya “finalizando” el festejo, el tres de octubre se hace el “repechaje”, llamado así porque es “la última fiesta” que se hace, es en el barrio Niño Jesús. Luego de muchos días de trago, celebración, alegría y mucha comida, el cuatro de octubre, día de San Francisco, Quibdó “termina” la fiesta con una gigantesca procesión de estatuas del patrono por las calles de la ciudad. Durante la mañana, la catedral se convierte en el centro hacia donde va toda la población. Llegan de la selva, de las minas, de los confines de las quebradas, de los ríos de los territorios influidos por el majestuoso río Atrato, momento único es el del santo en la calle que luce las joyas donadas como agradecimiento a sus favores y milagros.
Los chocoanos y turistas, organizadores y asistentes viven la emoción del bunde. Una de sus habitantes, Ramona mena Caicedo, quien vive y ve el bunde como tradición y cada año se prepara para la gran fiesta, trabaja en la recepción del Hotel Chocó, ubicado en el centro. Cuando no tiene que trabajar está dentro del jolgorio, cuando lo tiene que hacer; desde un balcón de su lugar de trabajo tiene la mejor vista hacia el gran carnaval. “El bunde para mi es algo que se siente en la sangre, es calor, alegría, felicidad. La gente va toda apretada y es ahí donde se siente la energía”. “No es igual estar dentro del bunde y brincando que estar a un lado de la vía y ver. Pero los que están viendo en algún momento de las fiestas estuvieron en el bunde. No se va todos los días, porque se termina cansado”.
Flaminio Londoño, chocoano de nacimiento y actual profesor de química de la Universidad Tecnológica del Chocó, recuerda la fiesta sin fin llena de bullaranga, tumulto, buenos tiempos; pero hace 11 años que no participa de ellas: “me gustaba como era antes, cada día le corresponde a un barrio y en ese tiempo solo desfilaba el barrio que le correspondía, ahora si le toca a la Yesquita, van otros barrios, a la celebración de cada barrio, van todos. Cambian el lugar de celebración pero va la misma gente”. Él comparte que no quiere que la fiesta desaparezca: “es necesario que todo siga, la fiesta no puede desaparecer. Antes la gente trabajaba muy duro, ahora el Bunde es un escape a la situación. Los hacen disipar sus penas. Se olvidan de todo. Si no existiera la fiesta tendríamos un gran número de locos”. “Aparentemente termina el 4 de octubre pero la fiesta sigue, porque cada barrio celebra su día, toman calles como si fueran barrios. Aparte de los once barrios inscritos al bunde, los demás “barrios” también quieren su día de celebración, comparsa y bullicio. Por eso la fiesta se prolonga hasta diciembre”.
Los turistas hacen de las calles de Quibdó un mar de gente negra con punticos blancos; Edinson Aroca Vargas nacido en Florencia Caquetá, actualmente vive en Medellín y ha venido a las fiestas del chocó por accidente, puesto que venía solo a conocer y a caído en la sorpresa gigantesca del nada más y nada menos que las fiestas de san pacho. “El bunde lo es todo para estas personas, más que una expresión cultural, es parte de lo que son y de las cosas buenas que pueden vivir”
Jorge Toro Bonilla, santandereano, fundador y director de la fundación Lideres Integrales para el Cambio; trabaja con desplazados en el chocó y en otras ciudades del país. Desde hace 5 años se estableció en Quibdó y puso una oficina cerca al “terminal” que es la calle donde cuadran la mayoría de empresas de transporte interdepartamental. Con la fundación ha logrado brindar asesoría jurídica a los desplazados “de 125.000 habitantes 25.000 son desplazados, es una cifra preocupante. Vi la necesidad de dedicarme a esto y con la fundación lo hago desde hace 12 años”. Afirma que no está de acuerdo con las prácticas que hacen durante el carnaval. Sabe las cifras y dice que por este tiempo de bunde se aumentan los índices de Sida, embarazos y abortos.
Carlos Augusto Lamprea Peña, Bogotano y misionero. Actualmente director de equipos móviles de una organización misionera (Juventud con una Misión Bogotá). se encontraba en la fecha del bunde en Quibdó haciendo un trabajo misionero, de exploración del terreno y la población para trabajar con la comunidad. Afirma que las fiestas son expresión de libertad y de humildad. Tomaron a francisco de asís para ser libres. Querían compartir la expresión de libertad. El hecho de sentirse que ya no eran esclavos sino que podían ser libres empezaron las fiestas de san pacho a nombre de san francisco de asís. Pero las deterioraron. Después de ser una fiesta de expresar la alegría y libertad de su ídolo y de lo que ellos querían ser. Incluyeron morbosidad y cosas ocultas. Por eso los movimientos son muy artísticos pero le incluyeron la parte morbosa. En algunos casos dicen que lo usan para realizar unos momentos de encuentro sexual en medio de la misma marcha. A veces ellos se juntan y van haciendo unos movimientos muy eróticos.
Diversas opiniones frente al tema del bunde se ven encontradas en un mismo lugar, pero finalmente permanece la esencia de sus inicios: el espíritu franciscano que genera valores y fortalece la convivencia ciudadana en medio de este encuentro de emociones consideradas como patrimonio cultural inmaterial del Chocó. Para vivirlo es importante ir despacio, sin afanes, contemplando la región que tiene el adjetivo de ser "la más biodiversa del mundo", debemos meditar sobre el tesoro que los colombianos estamos perdiendo día tras día, por nuestra indiferencia y falta de interés.















Fotografía Por: Catalina Ospina López. cataos333@hotmail.com

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